Diez tips de cómo organizar una cata profesional en casa y ser el mejor anfitrión

Diez tips de cómo organizar una cata profesional en casa y ser el mejor anfitrión

Desde tiempos remotos, el vino ha formado parte de la cultura mundial; por ello, son cada vez más las personas que se dedican a su estudio, ya sea de manera profesional o por simple afición. Una forma de aprender más a fondo sobre ellos es por medio de una cata, este es un evento que te permite conocer los diferentes tipos de vino, de manera que sea posible ampliar el paladar. Pero, para poder pasar un rato diferente en materia enológica, no es necesario desplazarse a lugares determinados o invertir una gran cantidad de dinero para hacer un curso con algún sommelier o especialista. Aunque no lo creas, puedes organizar una cata en tu casa con tus amigos.  

Debes tener presente que para llevar a cabo una cata profesional, es indispensable conocer ciertos aspectos como los vinos que se escogerán, cantidad adecuada de personas, la temperatura que debe tener el vino para que puedan conservarse, entre otros. 

Para mayor información acerca de cómo servir el vino, la disposición que deben tener las copas en la mesa, las cantidades que se deben servir en cada copa, los maridajes de cada tipo de vino, cómo ser un buen anfitrión, y mucho más, los invito a leer este nuevo artículo.  

¿Cómo ser el mejor anfitrión? 

Una buena celebración siempre debe tener un buen anfitrión, una persona que esté al pendiente de sus invitados, velando por que se sientan bien en toda la celebración. A su vez, tiene la capacidad de elegir con antelación la música, el plato y hasta el vino que se va a consumir. Un buen anfitrión cuida minuciosamente de cada detalle para ofrecer todo lo que le gusta a sus invitados, de manera que se sientan cómodos. 

¿Cuánto vino se debe servir en cada copa?

Vinos secos: de los vinos blancos, rosados o tintos, solo debe servirse 150 ml. Esta medida puede parecer de mayor o menor cantidad de acuerdo al tamaño de la copa.  

Espumosos: de los cava, champagne o cualquier espumoso, se sirven 150 ml, precisamente esa es la capacidad de las copas que se utilizan para servir estas bebidas (también son llamadas flauta). Aunque se recomienda no llenarlas completamente.     

Vinos dulces: Como su nombre lo indica, se utilizan para maridar postres, motivo por el cual se consumen después del plato fuerte. De estos, se acostumbra a colocar entre 60 y 90 ml. 

Jerez: vale recordar que este vino andaluz tiene entre un 15 y 22% de alcohol más que los secos. Por este motivo, se suelen servir alrededor de 90 ml en copas pequeñas.  

Oporto: este vino oriundo de Valle del Duero (Portugal) se caracteriza por ser dulce y contener apenas un 20% de alcohol. Se acostumbra a servir en copas pequeñas a una cantidad de 90 ml.   

¿De qué manera se sirven las copas de vino correctamente?

Vino espumoso: cuando vas a servir un cava, champagne o cualquier otro vino espumoso, se debe prestar atención a la forma en la que se haya llevado a cabo el descorchado de la botella. Por ejemplo, si esta se ha movido desmesuradamente, lo ideal será dejarla reposar por unos minutos. Al servirla, es necesario inclinar la copa en un ángulo de 45 grados e irla enderezando hasta que vaya bajando la espuma. Luego se rellena con más vino hasta la mitad de la copa.  

Vino no espumoso: Por el contrario, para servir una copa de vino blanco, rosado o tinto, no es necesario inclinar la copa, esta debe sostenerse recta o simplemente, colocarla sobre la mesa. La botella debe sujetarse por la parte central y acercar el cuello a la copa; debe estar específicamente a un centímetro de esta última, sin llegar a tocarla, luego debe levantarse la botella hasta que se produzca un chorro continuo de la bebida. 

Al haber terminado de servir, pero sin haber retirado el cuello de la copa, se debe girar la botella lentamente para evitar que se derrame alguna gota.   

¿Cómo deben colocarse las copas de vino en la mesa?

Cabe mencionar que la colocación de las copas dependerá de la cantidad de vinos que se sirvan en la velada, pues existen diferentes copas de vino, las cuales se utilizan dependiendo de la bebida que se consuma. 

Por lo general, cuando se toma solo un vino, la copa debe colocarse adelante y a la derecha del campo visual del comensal. Siempre deben estar tan cerca de los cuchillos como sea posible. De esta manera, será mucho más sencillo estirar la mano derecha para tomar la copa de vino sin llegar a mancharte o tropezarte con algún elemento de la mesa 

Por el contrario, cuando los eventos son de gran formalidad o vas a un restaurante de lujo, es probable que cada plato se sirva con un vino diferente. Por ello, existen diferentes técnicas para colocar las copas de vino, cada una de ellas se detallará a continuación: 

Formación en triángulo: cuando se desea servir tres vinos diferentes, las copas se ubican en forma de triángulo. La que se encuentra del lado derecho, será para el vino que se sirva primero; el segundo vino se servirá en la del centro y el último en la del lado izquierdo. 

Formación en cuadrado: como su nombre lo indica, en esta técnica se utilizarán cuatro copas, las cuales se colocarán en forma de cuadrado sobre la mesa. La primera que se utiliza será la ubicada en la esquina inferior derecha; el resto de los vinos se irán sirviendo en las copas en el sentido inverso de las agujas del reloj.   

Formación en línea: las copas se colocan en línea recta y se usará primero la que esté más a la derecha, luego se seguirá ese mismo orden de derecha a izquierda hasta llegar a la última, en la cual se servirá el agua. 

Consejos para el servicio del vino 

Al abrir la botella, se debe revisar que no existan desperfectos en la bebida y que esta haya decantado, se procede a servir el vino en las copas. Es importante tener presente que esta acción puede ser diferente dependiendo del lugar, así como del contexto que tenga la reunión. 

En una reunión informal, se puede servir a los amigos que se tengan más cerca y luego dejar la botella en la mesa para que el resto de las personas puedan servirse. En cambio, si se trata de una reunión formal, el anfitrión debe encargarse del servicio del vino a cada uno de los comensales; es preciso iniciar por la persona de mayor edad y luego servir de forma sucesiva al resto de los invitados por su lado derecho. El anfitrión debe ser el último en servirse.   

¿A qué temperatura debo servir el vino?

Así como las personas están acostumbradas a tomar un café caliente, al igual que una cerveza bien fría, es importante tomar el vino a la temperatura correcta, debido a que esta es capaz de mejorar o deteriorar su sabor. 

La temperatura ideal para servir un vino oscila entre los 5 a los 18 grados centígrados, para saber cuál es el temple adecuado, es necesario fijarse en su dulzor, acidez, tanicidad e incluso en los aromas. Cabe aclarar que no deben tomarse muy fríos, ya que el frío suaviza tanto el dulzor como la sensación alcohólica que pueda tener la bebida, simultáneamente, aumenta la tanicidad y acidez. 

Temperaturas a las que deben servirse los diferentes vinos: 

  • 5 a 8 grados: espumosos, blancos jóvenes o manzanillas.  

  • 8 a 10 grados: blancos de gran dulzor y rosados.  

  • 10 a 12 grados: oportos, olorosos, y blancos con crianza.

  • 12 a 14 grados: vinos blancos jóvenes con pocos taninos. 

  • 14 a 16 grados: tintos con crianza. 

  • 17 y 18 grados: vinos tintos reserva y gran reserva. 

Maridajes diferentes según los tipos de vinos 

Vinos blancos

En términos generales, el maridaje de los vinos blancos puede variar dependiendo de su estilo y características, así como de los platos con los que se desee combinar. En general, se trata de bebidas versátiles que se pueden combinar fácilmente con una amplia variedad de alimentos.

Algunas recomendaciones de maridaje para vinos blancos incluyen:

Mariscos y pescados: Los vinos como el Albariño, pueden maridarse con mariscos frescos como cocochas de merluza, gambas blancas o percebes.

Ensaladas: Los vinos hechos con uvas verdejo, pueden ser excelentes opciones para maridar con ensaladas frescas como la de aguacate.  

Quesos y embutidos: los quesos frescos, duros o más blandos son una buena opción para acompañar con una copa de vino blanco, así como también lo son el jamón ibérico o chorizo.

Vinos rosados 

Esta bebida refrescante será el acompañante perfecto para las pastas, paellas, ensaladas, pollo, guisos de pescado, pato, mariscos, carnes ahumadas e incluso quesos suaves. 

Vinos tintos 

Su sensación fuerte al paladar provoca un contraste perfecto con carnes rojas, aves de caza, quesos maduros, frutos secos, jamón ibérico, alcachofas, encurtidos, espárragos, pastas, arroces, alimentos ahumados y hasta chocolate.

Cava 

Para poder maridar este vino espumoso con cualquier alimento, es necesario tener en cuenta el grado de azúcar, además de su crianza. Por lo general, suele ser una gran opción para las tapas, quesos, embutidos, ensaladas, mariscos, pescados, carnes y toda clase de postres.

Diez consejos para organizar una cata de vinos en casa 

  1. No invites a mucha gente: lo más recomendable es que la cata se organice por grupos pequeños, (de cuatro a ocho personas). No obstante, la última palabra siempre la tendrá el anfitrión.  

  2. Si lo desean, pueden establecer códigos de vestimenta: dependiendo de la ocasión por la cual se realiza la cata, pueden fijar un dress code, pero por lo general, para una cata de vinos en casa con amigos, puedes vestirte de forma casual. 

  3. Sal de lo común: elige vinos diferentes a los que ya has probado, pues el objetivo de la cata es precisamente descubrir nuevos sabores y olores. Si lo deseas, puedes realizar una cata temática, la cual consiste en probar solo una variedad de vinos (espumosos, blancos, tintos, clásicos europeos, entre otros). Para que la experiencia gustativa sea completa, lo más recomendable es elegir de tres a cinco vinos. 

  4. Elige un buen lugar: cuando desees hacer una cata de vinos, debes buscar un lugar que tenga una buena iluminación para observar los colores de los vinos. Además, es necesario que esté libre de olores o de perfumes (velas de olor, flores frescas, entre otros) que impidan realizar la cata olfativa 

  5. Las copas son importantes: a la hora de realizar una cata, las copas son un elemento fundamental. A través de ellas, es posible disfrutar del color, los aromas y por supuesto, del sabor. Por esta razón, es necesario hacer una buena elección de las mismas; afortunadamente, existen múltiples variedades, pero para una cata es imprescindible que tenga una forma convexa y borde curveado hacia adentro para que pueda captarse el aroma de una mejor manera. Además, debe tener el tallo largo, de manera que sea posible girarla sin que se derrame el líquido. Por si fuera poco, el cristal tendrá que ser liso y transparente, para que se observe el color. Las que son de tipo tulipán, son las mejores para recrear este tipo de experiencias. 

  6. Establece el orden de los vinos: es importante que desde el principio se fije el orden en el que los vinos se van a catar. Primero, debe iniciarse con los que sean de sabores más suaves para luego dar paso a los más fuertes.  

  7. Mantén los vinos a una buena temperatura: este es otro elemento importante capaz de influir en el sabor de la bebida. Lo más recomendable, es servir tanto los blancos como los rosados a una temperatura de seis a ocho grados, mientras que los tintos, sean de crianza o jóvenes, se deben servir en una temperatura que oscile entre los 17 y 23 grados. Si se catarán vinos blancos o rosados, puedes disponer de un recipiente con agua y hielo para colocarlos, de manera que se mantenga su temperatura.  

  8. La creatividad es fundamental: una forma de innovar en tu evento es organizar una Cata a ciegas. Si deseas poner a prueba los conocimientos de tus invitados, esta será una gran opción. Además, le darás un toque más creativo a tu velada. 

  9. Ten aperitivos para acompañar cada trago: para que puedas limpiar el paladar, debes tener varios aperitivos como pan, quesos, embutidos o hasta frutos secos. Cada uno de ellos, te ayudará a resaltar el sabor de las bebidas 

  10. Compartan sus opiniones: en todo momento, es importante dar juicios sobre cada vino que se pruebe al finalizar la cata, lo ideal es que las personas compartan sus criterios acerca de las bebidas que probaron, cuáles fueron sus favoritas y cuáles no, pues cada quien tendrá una percepción diferente. También puedes hacerles llegar una lista de todos los vinos que probaron para que sepan cuáles son y si fueron de su agrado, consumirlos después.   

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