Bodegas Javier Sanz es símbolo de tradición, cinco generaciones que han estado activas por más de 150 años lo confirman. La conservación de los viñedos prefiloxéricos junto con la recuperación de variedades extinguidas ha sido su bandera. El arduo trabajo de viticultura que desempeñan, les ha permitido garantizar el éxito de todos sus productos. Si deseas conocer la amplia variedad de vinos que se preparan en estos espacios, no dejes de leer este nuevo artículo.
Viticultura, viñedos y nuestro tesoro
Realizan un trabajo exhaustivo en el campo con el fin de obtener las uvas de mejor calidad en los viñedos que cuentan con más de 100 hectáreas de extensión, de manera que es posible controlar la evolución de las plantas. Bodegas Javier Sanz se caracteriza por practicar una viticultura sostenible.
Estas cepas están favorecidas por tres elementos: la uva verdejo, que tiene gran personalidad, así como un increíble potencial para la vinificación, el suelo y el clima continental. La premisa de esta empresa en cuestión es la calidad por encima de la cantidad debido al arduo control que se hace en las tierras.
El propio equipo de Javier Sanz ha afirmado que dentro de estos viñedos se encuentran “verdaderos tesoros”. Dichos viñedos están divididos en pagos, parcelas y fincas, ubicadas en el municipio vallisoletano de La Seca.
Javier Sanz Verdejo: cuyo nombre es como la bodega
El vino Javier Sanz Verdejo es uno de los productos más nuevos. Se elabora con uvas verdejo, las cuales mantienen su acidez y demás compuestos aromáticos debido a las condiciones climáticas del lugar; este es muy frío en el invierno, lluvioso en la primavera y otoño, pero muy caliente durante el verano.
Su fermentación es lenta con el objetivo de conservar al máximo sus sabores frutales, manteniendo una temperatura menor a 15 grados centígrados en un depósito de acero inoxidable. En este procedimiento, resulta necesario vigilar la temperatura de las tierras rigurosamente para conservar las características aromáticas. Este producto se cría en sus propias lías durante tres meses para luego proceder al embotellado.
El líquido se caracteriza por tener un aspecto brillante en la copa al igual que aroma agradable a pomelo dulce, manzana verde, hinojo y notas de anís. Pese a esto, su sabor es seco, tiene un toque ácido, pero también refrescante, así que cualquier hora es ideal para beberlo. Lo más recomendable es servirlo frío; preferiblemente, a una temperatura de 6 u 8 grados centígrados. Es ideal para disfrutarse con mariscos, pescados a la sal, ceviche o solo como un aperitivo. Puede considerarse como una gran opción para pescados salados condimentados, al igual que para sabores refinados.
Enoturismo en la zona de Rueda
Si deseas conocer todos los procesos correspondientes a la elaboración del vino, los viñedos de la D.O Rueda son espacios perfectos para el enoturismo. En la visita a estas propiedades registradas en 1863, será posible observar la forma en que se preparan las creaciones del viticultor Javier Sanz.
Dependiendo del paquete que se elija, será posible catar de dos a cuatro vinos, los cuales se acompañan con algunos embutidos o quesos propios de la zona.
El tiempo de duración que tiene el recorrido oscila entre hora y media y dos horas. Por si fuera poco, los espacios de Javier Sanz Viticultor pueden ser utilizados por empresas o particulares para la realización de eventos.
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