La tradición vitivinícola en el Sur del Occidente de Asturias se remonta a siglos atrás, cuando los monjes benedictinos comenzaron a cultivar vides en los viñedos de la zona. Sin embargo, a lo largo del tiempo, fueron desapareciendo debido a diversos factores, como la industrialización y la emigración rural. En las últimas décadas, gracias a la iniciativa de productores apasionados, se ha evidenciado un renacimiento de la viticultura en la región