¿Cómo influye el cambio climático en el vino?

¿Cómo influye el cambio climático en el vino?

En las últimas tres décadas, los expertos en el sector vinícola han observado un cambio en la composición de la uva en diferentes regiones como consecuencia del cambio climático. Se espera que hasta mediados de este siglo, las temperaturas sigan en aumento de unos 0,42 grados por década, así que, en esa medida, los viñedos podrían verse afectados dependiendo de su ubicación geográfica, es decir, los que se encuentren en zonas frías pueden experimentar efectos positivos, pero los que están en lugares secos o cálidos, la calidad de las uvas e incluso el producto final podrían verse afectados.

De acuerdo a un estudio publicado en la revista digital del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Digital.CSIC, puede ocurrir un estrés hídrico severo además del aumento en la aridez en el Sur de la Península Ibérica, por lo que quedaría reducida la producción y el crecimiento. Sin embargo, es posible que el aumento de dióxido de carbono (CO2) contrarreste los efectos de la sequía, lo que termina por generar un adelanto en la vendimia que perjudique la maduración de la uva. Claramente, esto altera el producto final, afectando además al sector económico de manera negativa.

Si deseas conocer más información sobre este importante tema dentro de la industria vinícola, te invito a seguir leyendo este artículo.

¿Cuáles son las zonas donde mejor futuro tiene la Vid?

Vale recordar que el ciclo vegetariano de la vid depende de la temperatura. Dentro de la cuenca mediterránea, el incremento de la misma ha provocado un adelanto en la fenología de la vid en las etapas de maduración, envero, brotación y vendimia. Por si fuera poco, esto hace que se evidencie una menor o mayor durabilidad de los períodos de postcosecha.

En España, la vid es el tercer elemento más cosechado por detrás de los cereales y el olivar. Por ello, el sector vinícola es uno de los más importantes a nivel socioeconómico debido a los recursos que genera, la población que labora en él y el papel medioambiental que juegan los viñedos.

Algunas de las zonas con mejor futuro para la uva son La Rioja y País Vasco, debido a que tienen la mayor cantidad de espacios dedicados al cultivo. Estas regiones cuentan con superficies de 20.803 y 4.954 hectáreas respectivamente.

¿Qué variedades de uva se adaptan mejor al cambio climático?

De acuerdo con un estudio publicado por la revista Nature Climate Change en el 2018, un experto de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) señaló que los viticultores deberían plantar tipos de uvas menos conocidas con el propósito de evitar ciertos efectos que trae consigo el cambio climático.

En Asia y Europa existen más de 1.000 variedades de vid, algunos de ellos pueden tener mayor adaptabilidad a los climas calurosos. Pero los especialistas han detallado que resulta “complicado” utilizar otro tipo de uva para la preparación de estas bebidas, debido a que podrían alterarse las propiedades del vino.

En España, se utilizan distintos tipos de uva para la vinificación. Entre ellas es posible mencionar “Tempranillo”, “Bobal”, “Garnacha tinta”, “Monastrell”, “Cabernet Sauvignon” y “Garnacha tintorera”. También se utilizan los siguientes tipos de uva blanca: “Airén”, “Verdejo”, al igual que “Cayetana Blanca”.

Tipos de suelo fértiles en la zona noroeste (Asturias y Galicia)

Los tipos de suelos que existen entre Asturias y Galicia son diferentes, sus características influyen notablemente en la producción de los vinos. Algunos de los más fértiles son los siguientes:

Arenosos: como su nombre lo indica, se encuentran formados por arena. Permiten un buen drenaje tanto del agua como de la materia orgánica reteniendo poca humedad, además de una mayor rapidez en el proceso de maduración; al tener mayor soltura, favorecen la penetración de las raíces. Al final, los vinos tendrán sabores suaves y aromas fuertes.

Calizos: son ricos en caliza (roca sedimentaria compuesta en gran parte por carbonato de calcio), pero también pueden encontrarse algunas partículas de cuarzo o arcilla. Se caracterizan por conservar la humedad, entonces, los vinos que se preparen con uvas cultivadas en ese suelo tendrán un alto grado de alcohol, pero baja acidez.

Franco-arenosos: este tipo de suelo surge de la mezcla entre arena con arcilla y limo. En él pueden producirse vinos blancos con sabor ligero, pero de aromas intensos.

De pizarra: son suelos pobres que guardan calor, esto favorece el grado alcohólico que puedan tener los vinos, además de aportar notas minerales a los que tengan mayor maduración.

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